Más que una antología, más que un convite itinerante de escritoras, Lumbre entre las hojas es desde el 2013 un punto de encuentro de narradoras y poetas que tienden lazos, se conocen, se apoyan, forman grupos, crean editoriales, publican en páginas de diarios, de acuerdo con lo que anota la gran poeta Martha Favila, en la presentación de Lumbre entre las hojas. Encuentro Regional de Escritoras 2018, Encuentro de Escritoras Queretanas 2017 (Fondo Editorial de Querétaro, 2019), volumen que reúne dos años de dicho encuentro.
A propósito del décimo aniversario de Lumbre entre las hojas, que se llevará a cabo próximamente, presento diez comentarios en torno al que quizás es el proyecto literario de mayor raigambre y trascendencia en cuanto a la literatura queretana se refiere.
Una puerta abierta a la expresión literaria
Exento de cánones y de los estándares establecidos de facto por generaciones anteriores, Lumbre entre las hojas es una puerta que debe permanecer abierta a la expresión literaria. Sin ser indiferente al contexto adverso que penosamente enfrentan las mujeres (evidencia de ello lo constatan los poemas de Tzolkin Montiel Ugalde, por ejemplo), Lumbre entre las hojas debe conservar su múltiple perspectiva estética antes que convertirse en un instrumento militante que dé prioridad a una causa por encima de su propuesta literaria a ras de piso. Aunque la causa sea legítima, la tentación de adherirse puede diluir el ímpetu fundamental de este proyecto: la literatura escrita por mujeres.
Una visión diversa, ecléctica y de calidad
Hasta el 2019, las autoras participantes habían logrado superar la cifra de cuarenta autoras en una sola edición, alcanzando 20 sedes con un máximo de 26 mesas de lectura a lo largo de siete días. Obviamente la cifra de autoras participantes debe incrementarse, aún hay muchas autoras locales y regionales que no han tenido la oportunidad de publicar sus manuscritos, pero esta cifra debe traducirse en una selección ecléctica y de calidad. Salvo algunas excepciones, en Lumbre entre las hojas se leen textos que destacan por su calidad y diversidad en sus temáticas y estilos. Lumbre entre las hojas debe resistirse a la tentación demagógica de aceptar a autoras sin tomar en cuenta criterios mínimos de selección.
Innovación y tradición
No obstante, Lumbre entre las hojas debe seguir forjando nuestra tradición literaria integrando lo mejor de la innovación. Esta manifestación dialéctica debe seguir siento ante todo un diálogo, un convivio dialéctico en armonía con sus contrastes ideológicos, estéticos y literarios.
Ser anfitrión, no invitado más
Lumbre entre las hojas debe reconocerse a sí mismo como un proyecto anfitrión y no como un invitado más en el campo literario nacional, sobre todo en una región en donde no superamos nuestra fascinación por lo extranjero. En vez de que algunas autoras participen en encuentros y festivales nacionales e internacionales como invitadas representantes de Lumbre entre las hojas (en el mejor de los casos), este proyecto debería ser buscado por aquellos organizadores para engalanar a dichos encuentros y festivales. Lumbre entre las hojas es ya un baluarte de literatura escrita por mujeres que no necesita de la legitimación de instancias congraciantes que siguen viendo al encuentro como un proyecto local, del Bajío.
Un proyecto autónomo
El Estado no hace cultura, sino que proporciona los recursos institucionales para que la sociedad haga cultura. Si bien el Estado, a través de la Dirección de Educación Artística y Servicios Culturales, mediante la Red Estatal de Bibliotecas, ha ofrecido a los lectores la infraestructura necesaria (nunca suficiente) para que se lleve a cabo el encuentro, Lumbre entre las hojas debe consolidarse como un proyecto cultural autónomo, en donde la intervención del Estado quede institucionalmente delimitada por una visión que privilegie los derechos culturales. La experimentación, la improvisación, la ocurrencia, el nepotismo, la participación de personas recomendadas o inexpertas deben seguir vedadas en Lumbre entre las hojas, y así debe mantenerse.
Incrementar el tiraje, optimizar la distribución
Quizás desde sus primeros cinco años, Lumbre entre las hojas ha reclamado trasladarse a fronteras allende el Bajío. Y no es para menos, varias de las autoras que se han integrado al proyecto son testimonios de éxito en el campo literario nacional e internacional, como Gabriela Aguirre, Yolanda Rubioceja, Lola Ancira, sólo por mencionar los primeros nombres que se me vienen a la mente. Por esta razón, el siguiente tiraje tendría que ser de un mínimo de 5 mil ejemplares, y la distribución debería efectuarse a través del articulado institucional de la Red Nacional de Bibliotecas o mediante convenios de colaboración con universidades públicas y privadas de México y el extranjero.
Vinculación con editoriales independientes, emergentes y consolidadas.
En relación con el punto anterior, la vinculación debe efectuarse también con editoriales independientes, emergentes y consolidadas para impulsar proyectos autónomos de edición y publicación. Lumbre entre las hojas puede ser la plataforma sobre las cual las autoras miran derroteros más allá del piso en donde están paradas.
Un proyecto que evolucione hacia otras plataformas
Si bien el proyecto central es la antología del encuentro, Lumbre entre las hojas debe desplegarse hacia otras plataformas con ayuda de las tecnologías y recursos digitales, con la finalidad de llegar a más audiencias y formar a más y diversos lectores. Además de la antología y de los encuentros y talleres itinerantes, es pertinente contar con los volúmenes de todas las ediciones en formato electrónico y disponible para cualquier lector del mundo a través del portal de la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro. Asimismo, es factible trasladarlo hacia otros puntos de encuentro con diversas audiencias mediante podcasts, videocast, adaptaciones de poemas y relatos a audiolibros, entre otros.
Una oportunidad para la formación literaria
Además de formar nuevos lectores, Lumbre entre las hojas tiene la oportunidad de retribuir a nuestra sociedad a través del despertar de vocaciones hacia la literatura en las jóvenes estudiantes que asisten a las lecturas en los lugares a donde llega el encuentro. Si bien el proceso de la recreación a la creación es facultad de cada persona, la animación a la creación es una invitación para cada autora. Hoy por hoy, Lumbre entre las hojas es uno de los casos clave de modelado social artístico más representativos de nuestra región.
Literatura y sororidad
No hace mucho, charlando con una de las autoras más representativas de Lumbre entre las hojas y de nuestra literatura nacional, me hizo el siguiente comentario: Lo que veo de diferencia entre escritoras y escritores es que nosotras podemos no estar de acuerdo, pero nos apoyamos, y no utilizamos los medios para tirarnos entre nosotras, y eso sí es algo que ha abusado el canon masculinizado. Esa ventaja sí tenemos las escritoras: aunque no nos gusten sus temáticas, o aunque su club fifí o club de barrio no nos guste, nos apoyamos, estamos ahí.
