/ jueves 18 de febrero de 2021

Sopa de letras | Apagones en México

Además de la pandemia por Ccovid-19, la falta de vacunas, la crisis económica ahora la sociedad civil mexicana en vez de vivir en el siglo XXI, estamos viviendo en la época de la gripe española de 1918; cuando entonces la muy incipiente industria eléctrica en México y sus Hidroeléctricas eran de origen extranjero como la Guanajuato Power Company o la Compañía Hidroeléctrica Queretana y la sociedad sufría apagones por la revolución mexicana y la guerra cristera. O cuando el 29 de Mayo de 1942 el entonces presidente de México General Manuel Ávila Camacho declaró la guerra a Alemania, Japón e Italia, el gobierno mexicano ordenó que en las principales ciudades, cómo Ciudad de México, Querétaro, Guadalajara, Monterrey, solo por señalar algunas se hicieran simulacros por posibles bombardeos y hubo apagones.

Quien iba a pensar que años más tarde en el Diario de Querétaro, del domingo 6 de julio de 1980, la nota de ocho columnas: “Terminarán en dos semanas los apagones de emergencia.” Promete la CFE normalizar el servicio en todo el país. El Director de la Comisión Federal de Electricidad, Hugo Cervantes del Río, en el régimen populista de José López Portillo, señaló: “para el efecto se han movilizado todos los efectivos técnicos y humanos de que dispone la CFE, con la colaboración de los industriales. Añadió el funcionario que ciertamente la falta de lluvias ha provocado que el llenado de las presas hayan descendido a menos del 50% y consecuentemente la generación de energía eléctrica, que es lo que fundamentalmente ocasionó el problema sin desacertar el hecho de que algunos generadores de la termoeléctrica de Salamanca, y Altamira fallaron. Muy técnica y científica su exposición del porqué de los apagones.

Con sorpresa y enojo, los lectores de Diario de Querétaro, el sábado 19 de Julio de 1980 leían en la página 5 A la nota: “Programa de suministro de energía eléctrica para la división bajío, zona Querétaro”, con la idea de que los usuarios sufrieran las menores molestias posibles con motivo de la suspensión del servicio que se obligó por falta de agua en las presas de hidroeléctricas. Se informó de los horarios y zonas en que se efectuaron las restricciones durante la semana del 20 al 26 de julio de 1980. Con todos los horarios y colonias de la capital queretana de ese año, siendo gobernador Rafael Camacho Guzmán y Presidente Municipal Álvaro Larrondo Ojeda.

“Reiteramos nuestra súplica a los usuarios tanto industriales como comerciales y domésticos para que disminuyan su consumo de energía al mínimo indispensable y así poder reducir las restricciones hasta eliminarlas cuando se normalice la situación, una vez que se inicie de lleno la temporada de lluvias”, así se leyó.

Irónicamente, ahora, los apagones son a causa de una tormenta invernal en el estado de Texas las más severas en 30 años, que están dejando sin electricidad a millones de personas en Estados Unidos y México. En esta semana varios apagones, casi 5 millones de clientes de CFE, en los estados de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua fronterizos con Texas se quedaron sin electricidad. Y nos informaron ayer que de las 18:00 horas a las 23:00 horas se programaron “cortes de carga rotativos y aleatorios” en el norte, centro y oeste del país.

Que lejos estamos de la era de las energías alternas, no cabe duda, que cuando estornuda la República de Texas, la novena economía del mundo, México le da pulmonía. Con apagones, sin internet y con velas, entramos en la nueva era post Covid-19, pero en el siglo XXI.

Además de la pandemia por Ccovid-19, la falta de vacunas, la crisis económica ahora la sociedad civil mexicana en vez de vivir en el siglo XXI, estamos viviendo en la época de la gripe española de 1918; cuando entonces la muy incipiente industria eléctrica en México y sus Hidroeléctricas eran de origen extranjero como la Guanajuato Power Company o la Compañía Hidroeléctrica Queretana y la sociedad sufría apagones por la revolución mexicana y la guerra cristera. O cuando el 29 de Mayo de 1942 el entonces presidente de México General Manuel Ávila Camacho declaró la guerra a Alemania, Japón e Italia, el gobierno mexicano ordenó que en las principales ciudades, cómo Ciudad de México, Querétaro, Guadalajara, Monterrey, solo por señalar algunas se hicieran simulacros por posibles bombardeos y hubo apagones.

Quien iba a pensar que años más tarde en el Diario de Querétaro, del domingo 6 de julio de 1980, la nota de ocho columnas: “Terminarán en dos semanas los apagones de emergencia.” Promete la CFE normalizar el servicio en todo el país. El Director de la Comisión Federal de Electricidad, Hugo Cervantes del Río, en el régimen populista de José López Portillo, señaló: “para el efecto se han movilizado todos los efectivos técnicos y humanos de que dispone la CFE, con la colaboración de los industriales. Añadió el funcionario que ciertamente la falta de lluvias ha provocado que el llenado de las presas hayan descendido a menos del 50% y consecuentemente la generación de energía eléctrica, que es lo que fundamentalmente ocasionó el problema sin desacertar el hecho de que algunos generadores de la termoeléctrica de Salamanca, y Altamira fallaron. Muy técnica y científica su exposición del porqué de los apagones.

Con sorpresa y enojo, los lectores de Diario de Querétaro, el sábado 19 de Julio de 1980 leían en la página 5 A la nota: “Programa de suministro de energía eléctrica para la división bajío, zona Querétaro”, con la idea de que los usuarios sufrieran las menores molestias posibles con motivo de la suspensión del servicio que se obligó por falta de agua en las presas de hidroeléctricas. Se informó de los horarios y zonas en que se efectuaron las restricciones durante la semana del 20 al 26 de julio de 1980. Con todos los horarios y colonias de la capital queretana de ese año, siendo gobernador Rafael Camacho Guzmán y Presidente Municipal Álvaro Larrondo Ojeda.

“Reiteramos nuestra súplica a los usuarios tanto industriales como comerciales y domésticos para que disminuyan su consumo de energía al mínimo indispensable y así poder reducir las restricciones hasta eliminarlas cuando se normalice la situación, una vez que se inicie de lleno la temporada de lluvias”, así se leyó.

Irónicamente, ahora, los apagones son a causa de una tormenta invernal en el estado de Texas las más severas en 30 años, que están dejando sin electricidad a millones de personas en Estados Unidos y México. En esta semana varios apagones, casi 5 millones de clientes de CFE, en los estados de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua fronterizos con Texas se quedaron sin electricidad. Y nos informaron ayer que de las 18:00 horas a las 23:00 horas se programaron “cortes de carga rotativos y aleatorios” en el norte, centro y oeste del país.

Que lejos estamos de la era de las energías alternas, no cabe duda, que cuando estornuda la República de Texas, la novena economía del mundo, México le da pulmonía. Con apagones, sin internet y con velas, entramos en la nueva era post Covid-19, pero en el siglo XXI.