Han pasado ocho meses desde que los últimos espectáculos en vivo congregaron a cientos de personas en el mismo lugar. Cuando se confirmó el primer caso de Covid-19 en México, las agendas cambiaron y los eventos masivos se fueron cancelando uno a uno hasta que todo se volvió virtual. Sin embargo, el fenómeno del streaming no ha sido una alternativa para todos, mucho menos para aquellos cuyo trabajo dependía por completo del encuentro con el otro.
Ante el desempleo, la falta de seguridad social y la incertidumbre sobre el regreso a sus actividades, más de 40 mil técnicos de todo el país se han organizado bajo el mote de “Jalacables” para recabar recursos que les permitan sobrevivir el desempleo.
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“Jalacables es un movimiento de técnicos de espectáculos, que surge por la necesidad de unión y de conocernos, y de fortalecer lazos de contacto entre los mismos técnicos de todo el país. Incluso nos vinculamos con gente de otros países, originalmente esa era la idea”, explica Óscar Saldaña, operador de audio y producción en vivo, quien hace cuatro años cofundó este colectivo en México.
De acuerdo con el técnico, dentro de la industria de los espectáculos este sector es de los más invisibles y desprotegidos, por lo que la misma situación los ha empujado a trabajar hombro con hombro pese a la distancia.
Además de compartir conocimientos técnicos y capacitaciones, platica que la misma red ha permitido apoyar las emergencias médicas de muchos compañeros.
“Somos un gremio que viaja constantemente, que maneja equipos pesados y se mueve entre altas tensiones de energía, por tanto no estamos exentos de accidentes, y hay quienes por lo mismo desarrollan enfermedades derivadas de la mala alimentación. Entonces cuando alguien se ha enfermado, se le apoya. Todos cooperamos de manera voluntaria, así que cuando se vino la pandemia los casos aumentaron y entonces nos movilizamos más”.
Celebridades se sumaron
Empezaron por recabar donaciones y a gestionar apoyos en Gobierno Federal para repartir entre los agremiados más vulnerables; sin embargo, los recursos fueron insuficientes para atender todas las demandas, así que surgió la idea de organizar una subasta en la que artistas, bandas musicales, bookers, agencias y marcas con los que han trabajado, se sumaran a la causa a través de la donación de objetos personales autografiados y/o artículos de colección.
“Aunque los artistas también están en una situación difícil nos han apoyado. Dijeron: ¿cómo no? ¡Claro que apoyamos a los técnicos! Entonces nos empezaron a donar piezas únicas de ellos como prendas personales o artículos autografiados, pero en general, cosas de ellos”, relata.
Aunque no ha sido tarea fácil, asegura que la iniciativa ha sido todo un éxito, logrando que en la primera edición, 45 mil espectadores de países como Argentina, Chile, Estados Unidos y México, siguieran la transmisión y se sumaran a las pujas.
“Nosotros hacemos shows, no subastas, pero sin ninguna experiencia previa decidimos aventarnos a la de ‘Santa María dame puntería’ (risas), y nos fue muchísimo mejor de lo que esperábamos. Se duplicó la meta y superó nuestra expectativa original. Con lo recabado pudimos comprar muchas despensas y hacer transferencias a quienes necesitaban ayuda médica y cubrir gastos funerarios. En lo personal, me tocó repartir despensas en el norte del Estado de México; en lugares como Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Coacalco, Tultitlán, Ecatepec, y otros compañeros en Oaxaca, San Luis Potosí, Jalisco, entre otros estados”, refiere.
Y aunque la subasta no es una solución a la problemática, él técnico asevera que sirve de atenuante y refuerza las estrategias que los agremiados han implementado para sobrellevar los días durante la contingencia sanitaria.
“Quien era el gran técnico de espectáculos ahora está haciendo albañilería, impermeabilizando techos, entregando comida o haciendo lo que puede para salir adelante. Lo recaudado ayuda a nuestros compañeros, les aliviana la vida, porque lo que hacen ahora de inicio no está bien remunerado y sabes que si les das una despensa que le dé de comer a su familia por lo menos una semana, yá le alivianaste el rato (…) No es una solución, pero si es una ayuda”, apunta.
Van por más
Sin mencionar cuál será la nueva meta, Óscar anuncia que el 14 de noviembre a las 17:00 horas, darán lugar a la segunda subasta, en la que el público podrá pujar por artículos personales y de colección pertenecientes a Alex Lora, Panteón Rococó, Alejandra Guzmán, La Sonora Santanera, María José, Los Acosta, Patrulla 81, Belanova y DLD.
La transmisión se realizará a través de la página oficial de Facebook de Labor Social Jalacables Nacional, bajo la conducción del standupero mexicano, Miguel León, quien es reconocido por sus shows en Comedy Central y en programas como Stand Parados, de Adal Ramones.
Sobre la dinámica, Óscar señala que el público podrá pujar en vivo y pagar por los artículos a través de las cuentas bancarias que se darán a conocer ese mismo día.
Entre los artículos a subastar se encuentra una chamarra de piel de Laureano Brizuela; una chaqueta oficial del Tri; vestidos de Alejandra Guzmán; un saco de Germán Lizárraga; una patineta del atleta extremo de skateboarding, Sauro; una camisa firmada por Fernando Delgadillo; así como playeras y sudaderas de Luzbel, La Castañeda y Los Estrambóticos, entre otros.
¿Quiénes son los Jalacables?
Además de ser técnicos de espectáculos musicales, televisión y teatro, Óscar asegura que también se han agregado al colectivo especialistas de circo y DJ´s, “quienes no eran considerados en ninguna parte”, lamenta.
Pero la historia sobre ellos se remonta tiempo atrás, cuando un académico, utilizando de manera despectiva el apelativo “jalacables”, desdeñó el trabajo hecho por estos profesionales que han cimentado su carrera en el día a día.
“Surgió porque el director de una escuela de música se empezó a referir despectivamente a los técnicos que no habíamos estudiado en su escuela, y no teníamos por qué; muchos llevamos más de 30 años dedicándonos a esto. Pero lo tomamos a broma, nos morimos de la risa. A mí en lo personal no me molesta que me digan ‘jalacables’ porque así yo empecé, como todos: desde abajo haciendo talacha, instalando cables, cargando bocinas y haciendo audio”.
Reivindicando este mote que les ha dado notoriedad en la industria de los espectáculos, Óscar expresa que dure lo que dure la pandemia, continuarán unidos como gremio hasta que termine.
“Somos un gremio que no está acostumbrado a que nos den nada. Estamos acostumbrados a trabajar en las sombras, en la oscuridad sin que nadie nos vea, porque nuestro trabajo es hacer que se vea bien el artista. Nuestra chamba es estar a los lados, en frente, atrás; cubriendo y cuidando el escenario, el foro de televisión o el escenario teatral, todo eso es a lo que nosotros nos dedicamos por eso no habíamos tenido presencia. Pero ahora sí la tenemos. Nuestra necesidad en estos momentos es trabajar, no podemos quedarnos con los brazos cruzados”.
