En la destrucción encontró belleza y es a través de ella que cimienta la base de su obra; parte de ella se presenta en una retrospectiva en la Galería Libertad que conjunta 24 piezas “generadas en diversos momentos y que nunca habían estado en Querétaro”, sostiene el artista plástico, Gustavo Villegas (Ciudad de México, 1976).
“Relato de una destrucción” es la exposición que el capitalino, avecindado en Querétaro, abrió el 19 de septiembre pasado, día en que se conmemoran los terremotos de 1985 y 2017 y que cobraron, en conjunto, cientos de vidas.
“Inaugurar Relato de una destrucción un 19 de septiembre creo que recobra un enorme significado. El 19 de septiembre de 1985, a las 7:17 horas, ocurrió un terrible terremoto y ese mismo día, en la tarde, una replica terminó por destruir la ciudad”, rememoró el artista durante la apertura de su exposición, en la que tampoco dejó de recordar lo ocurrido hace un año, en la misma Ciudad de México, en otro sismo también destructivo.
Se le cuestiona entonces la inclinación que tiene por inspirarse, e incluso por replicar, el caos, los fierros torcidos y los edificios caídos. No hay una respuesta concreta para eso, confiesa.
“Muchos saben que mi trabajo tiene que ver con la destrucción, durante muchos años he trabajado el automóvil destruido y poco a poco he ido incorporando el edificio. (…)
Siempre me he sentido atraído por una estética diferente, una estética de horror, una estética de destrucción y mi búsqueda empieza en los deshuesaderos de autos, en la lamina doblada, el parabrisas roto, la luz que pega contra la lamina cuando se dobla y genera un efecto con mucha carga”.
Villegas agregó que no tiene una respuesta clara para responder por qué encontró ahí la inspiración para su arte, pero intentó justificar su propuesta estética, la cual parece ser el centro de su búsqueda como creador.
“La destrucción forma como una doble lectura, una dicotomía. Por un lado, la belleza, por otro, la muerte; por un lado el silencio, y por el otro, la velocidad; está el principio y en el otro lado está el fin, el caos, son como muchos conceptos que se van encontrando”, explica.
Christian Barragán, el curador de la exposición que actualmente se muestra en la Galería Libertad de la capital queretana, apunta a esta fascinación de Gustavo por “intentar ser un ensayo de la memoria”.
Siempre me he sentido atraído por una estética diferente, una estética de horror, una estética de destrucción y mi búsqueda empieza en los deshuesaderos de autos, en la lamina doblada, el parabrisas roto, la luz que pega contra la lamina cuando se dobla y genera un efecto con mucha carga
Gustavo Villegas/Artista plástico
“Gustavo Villegas expresa su intención por suspender el tiempo, detener el flujo del río de los sucesos y aprehender de éste un instante, la estampa que capture el principio del final. Acorde con este presupuesto, Villegas eligió la ciudad y el automóvil como motivos medulares de sus intereses pictóricos puesto que la impresión visual y conceptual que generan está relacionada con la velocidad, el ruido y el deseo”.
La exposición que se muestra en la Galería Libertad muestra 24 piezas, que constan de pinturas, instalación y escultura.
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“En contraposición, las obras resultantes exponen sentidos no contemplados previamente, como la quietud, el silencio y la destrucción. De tal choque de significados deviene una narrativa visual que aborda la colisión de dos automóviles anónimos sobre las avenidas cualesquiera de una ciudad contemporánea o, como ha dicho el artista, ese gesto terriblemente bello, “el sino del ser humano, que estando inmerso en la vorágine de la vida cotidiana se autodestruye sin siquiera percatarse”, añade Barragán.
Durante la apertura de la exposición, la secretaria de Cultura del estado, Paulina Aguado Romero, recordó los inicios del ahora reconocido artista, quien le mostró por primera vez a la funcionaria su trabajo que buscaba ser expuesto en la Galería Libertad.
“Gustavo llegó y me planteó un proyecto hermoso, recuerdo que me dijo: Mira no nos conocemos, no soy artista, pero dejé mi trabajo como diseñador, porque yo quiero ser artista. Y me mostró un catálogo exquisito, que se derretía en las manos de cualquiera que lo viera. Cada pagina estaba pintada a mano con una acuarela perfecta”, apuntó la titular de Cultura en Querétaro.
Contemporáneo
Parecería entonces que el artista plástico comienza una nueva etapa y Relato de una destrucción es el cierre de un ciclo.
Y es que, como señaló Villegas en entrevista con BARROCO, está generando nueva obra que lo aleja de su característica propuesta estética.
Estas piezas se generaron a partir de una residencia artística en Suiza, las cuales saldrán a la luz en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro (MACQ).
“El director del museo (Papús Von) me invitó hace un rato y yo le mandé una muestra de lo que me gustaría exhibir. La vio (la pintura), la revisó con su curadora y aceptaron la propuesta y la segunda (una instalación) fue cuando conocí el museo, será la primera pieza de este acercamiento hacia la abstracción”, reveló el artista sobre la propuesta que será parte de la inauguración del MACQ en noviembre próximo.
- Pero seguiremos reconociéndote, continuarás con tu particular sello…
“En la residencia en Suiza tuve una entrevista con una persona y entró a ver mi trabajo; había visto mi catalogo y es tan diferente a lo que estaba presentando que no lo reconoció como mío. Entonces la idea es que sigo trabajando con un eje temático que es la destrucción, en este caso edificios, pero es muy diferente”.
Villegas añade que esta nueva obra parte de esta estancia en Montreux, Suiza, la que califica como la residencia más larga en la que ha estado. Antes ha sido elegido para estancias del Djerassi Resident Artists Program en California, Estados Unidos y en el Centro Banff en Alberta, Canadá, por mencionar algunas.
“Es la residencia más larga en la que he estado, estuve seis meses, de enero a junio de este año, había estado en otras residencias donde estábamos varios artistas, pero en esta era yo solo, fue un proceso más hacia adentro”, compartió.
Es por eso que asegura que pese a los cambios, su esencia permanece en su trabajo, aunque más velada.
“De alguna u otra forma, son piezas que las he pitando antes, es con lo que arranqué mi primera exposición, fue con imágenes en deshuesaderos, entonces estoy regresando a algo que traía ya, pero estoy de alguna forma retomándolo, para hacer como una transición como muy amable a este camino figurativo, pero el resultado es como abstracto”, anticipó.
