/ viernes 20 de julio de 2018

Humanitas: arte y pasión

En el año de 1963 el presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy acompañado de su esposa Jacqueline, recibió con honores de jefe de Estado a una obra maestra de la pintura “La Mona Lisa” de Leonardo da Vinci, que llegaba por primera y única vez a los Estados Unidos, para ser admirada por más de un millón de americanos.

Pero ¿qué es lo que hace que sea la Mona Lisa la obra más admirada de la historia, recibiendo en su actual residencia el museo de Louvre seis millones de personas cada año? ¿Por qué una obra de arte puede congregar a tantas conciencias y hasta llegar a seducir a los poderosos? Mucho se ha dicho y especulado en torno a esta obra, existiendo diversas versiones de a quien representa: la mujer de Francesco del Giocondo: Elisa Gherardini; la favorita de Giuliano de Médicis, un autorretrato de Leonardo o incluso como llegó a referir Freud, la propia madre del artista, razón que explica por qué jamás se separó de ella.

Se sabe que Leonardo viajaba siempre con ella, razón por la cual se quedó en Francia, donde Leonardo pasó sus últimos días en el castillo Clos Lucé, protegido por el rey Francisco I.

El periplo de la Mona Lisa una vez muerto su autor en 1519 fue desde Fontainebleau a París, de ahí a Versalles, después a las Tullerías de París, para volver al poco tiempo a Versalles y finalmente a su residencia actual en el museo de Luovre. En el siglo XIX el efecto enigmático de Mona Lisa también sedujo a Napoleón Bonaparte, al grado que la hizo retirar del Louvre para admirarla todos los días colgada en la pared de su habitación. Esto fue entre 1800 y 1804.

Sin embargo, su vida mediática inicia en el siglo XX cuando el 21 de agosto de 1911 fue robada del museo de Louvre por Vicenzo Perugia, un trabajador eventual en dicho museo.

El robo provocó que el poeta y teórico del cubismo Guillerme Apollinaire fuera arrestado, porque había declarado antes que la Mona Lisa y todas las obras maestras deberían de quemarse; Pablo Picasso también fue interrogado al respecto.

La obra maestra fue sacada de Francia por primera vez, Perugia se trasladó a Florencia, Italia, para ofrecerla a unos marchands de antigüedades que se anunciaban en el periódico como compradores de todo tipo de arte.

La cita se concretó en un hotel de Florencia ubicado en la Via Panzani. Vicenzo Perugia tenía oculta a la Mona Lisa en una maleta de doble fondo, los dos compradores (uno era Giovanni Poggi director de la Galleria Uffizi) la miraron y observaron las diminutas craqueladas en forma reticular que presenta la capa pictórica, percatándose de que se trataba de la original. Hombre cultos y preparados tendieron una trampa al ladrón y lo arrestó la policía italiana recuperando a Mona Lisa.

La obra quedó en custodia de la Galleria Uffizi y fue exhibida por un tiempo en Florencia y en Roma antes de regresar al Louvre en 1913. Lo cierto es que esta obra encantadora produce millones de comentarios, se reproduce en afiches y souvenirs en todo el planeta; es producto de especulaciones místicas y esotéricas, aparece en foros de discusión académica sobre su validez artística en el siglo XXI y continúa ocasionando polémica.

La pieza mide apenas 77 x 53 cm, es un óleo pintado sobre madera de álamo, por uno de los artistas que revolucionaron el arte gracias a su técnica y sabiduría. La obra fue realizada durante varios años, cosa que le permitió a Leonardo un trabajo muy elaborado, mediante finas capas de pintura velada.

Hecho que junto con la perspectiva aérea y el sfumato pronunciado en las manos y el rostro, la vuelve más enigmática e inaugura una nueva manera de pintar. En la temática del paisaje del fondo, Leonardo hace gala de sus conocimientos como ingeniero y mecánico, ya que diseña caminos que se tienen que realizar para contener con diques el Arno.

Aparece también un puente en que alude a sus diseños de estas construcciones. El efecto más inmediato que causa a los espectadores la Mona Lisa es su sonrisa, que según algunos expertos desaparece cuando se centra la mirada en el rostro y se percibe solo cuando la observamos con la visión periférica. Estos efectos que produce la obra se deben sin duda a los artificios que el propio Leonardo inventaba y experimentaba como fue el uso de las veladuras y del sfumato, así como la fabricación de los colores que empleaba y todos los consejos escritos en su “Trattato della pittura”.

En el siglo XX la banalización de la Mona Lisa ha sido también una constante.

Desde el rocanbolesco robo que ya hemos descrito, hasta la intervención que realiza Marcel Duchamp, el padre del arte contemporáneo, sobre una imagen impresa de la obra pintándole bigotes y barba y anotando en la parte inferior las letras L.H.O.O.Q., despojándola así, de su aura de gran obra maestra, hasta las lámparas, chanclas y cortinas de baño kitsch fabricadas en China, que se venden en todos los mercados del mundo, o el acto histérico que han realizado algunos neuróticos turistas arrojándole objetos.

Mona Lisa, es la novia de muchos poderosos, por eso vive en París, entre vidrios blindados y guardias de seguridad.

bobiglez@gmail.com

En el año de 1963 el presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy acompañado de su esposa Jacqueline, recibió con honores de jefe de Estado a una obra maestra de la pintura “La Mona Lisa” de Leonardo da Vinci, que llegaba por primera y única vez a los Estados Unidos, para ser admirada por más de un millón de americanos.

Pero ¿qué es lo que hace que sea la Mona Lisa la obra más admirada de la historia, recibiendo en su actual residencia el museo de Louvre seis millones de personas cada año? ¿Por qué una obra de arte puede congregar a tantas conciencias y hasta llegar a seducir a los poderosos? Mucho se ha dicho y especulado en torno a esta obra, existiendo diversas versiones de a quien representa: la mujer de Francesco del Giocondo: Elisa Gherardini; la favorita de Giuliano de Médicis, un autorretrato de Leonardo o incluso como llegó a referir Freud, la propia madre del artista, razón que explica por qué jamás se separó de ella.

Se sabe que Leonardo viajaba siempre con ella, razón por la cual se quedó en Francia, donde Leonardo pasó sus últimos días en el castillo Clos Lucé, protegido por el rey Francisco I.

El periplo de la Mona Lisa una vez muerto su autor en 1519 fue desde Fontainebleau a París, de ahí a Versalles, después a las Tullerías de París, para volver al poco tiempo a Versalles y finalmente a su residencia actual en el museo de Luovre. En el siglo XIX el efecto enigmático de Mona Lisa también sedujo a Napoleón Bonaparte, al grado que la hizo retirar del Louvre para admirarla todos los días colgada en la pared de su habitación. Esto fue entre 1800 y 1804.

Sin embargo, su vida mediática inicia en el siglo XX cuando el 21 de agosto de 1911 fue robada del museo de Louvre por Vicenzo Perugia, un trabajador eventual en dicho museo.

El robo provocó que el poeta y teórico del cubismo Guillerme Apollinaire fuera arrestado, porque había declarado antes que la Mona Lisa y todas las obras maestras deberían de quemarse; Pablo Picasso también fue interrogado al respecto.

La obra maestra fue sacada de Francia por primera vez, Perugia se trasladó a Florencia, Italia, para ofrecerla a unos marchands de antigüedades que se anunciaban en el periódico como compradores de todo tipo de arte.

La cita se concretó en un hotel de Florencia ubicado en la Via Panzani. Vicenzo Perugia tenía oculta a la Mona Lisa en una maleta de doble fondo, los dos compradores (uno era Giovanni Poggi director de la Galleria Uffizi) la miraron y observaron las diminutas craqueladas en forma reticular que presenta la capa pictórica, percatándose de que se trataba de la original. Hombre cultos y preparados tendieron una trampa al ladrón y lo arrestó la policía italiana recuperando a Mona Lisa.

La obra quedó en custodia de la Galleria Uffizi y fue exhibida por un tiempo en Florencia y en Roma antes de regresar al Louvre en 1913. Lo cierto es que esta obra encantadora produce millones de comentarios, se reproduce en afiches y souvenirs en todo el planeta; es producto de especulaciones místicas y esotéricas, aparece en foros de discusión académica sobre su validez artística en el siglo XXI y continúa ocasionando polémica.

La pieza mide apenas 77 x 53 cm, es un óleo pintado sobre madera de álamo, por uno de los artistas que revolucionaron el arte gracias a su técnica y sabiduría. La obra fue realizada durante varios años, cosa que le permitió a Leonardo un trabajo muy elaborado, mediante finas capas de pintura velada.

Hecho que junto con la perspectiva aérea y el sfumato pronunciado en las manos y el rostro, la vuelve más enigmática e inaugura una nueva manera de pintar. En la temática del paisaje del fondo, Leonardo hace gala de sus conocimientos como ingeniero y mecánico, ya que diseña caminos que se tienen que realizar para contener con diques el Arno.

Aparece también un puente en que alude a sus diseños de estas construcciones. El efecto más inmediato que causa a los espectadores la Mona Lisa es su sonrisa, que según algunos expertos desaparece cuando se centra la mirada en el rostro y se percibe solo cuando la observamos con la visión periférica. Estos efectos que produce la obra se deben sin duda a los artificios que el propio Leonardo inventaba y experimentaba como fue el uso de las veladuras y del sfumato, así como la fabricación de los colores que empleaba y todos los consejos escritos en su “Trattato della pittura”.

En el siglo XX la banalización de la Mona Lisa ha sido también una constante.

Desde el rocanbolesco robo que ya hemos descrito, hasta la intervención que realiza Marcel Duchamp, el padre del arte contemporáneo, sobre una imagen impresa de la obra pintándole bigotes y barba y anotando en la parte inferior las letras L.H.O.O.Q., despojándola así, de su aura de gran obra maestra, hasta las lámparas, chanclas y cortinas de baño kitsch fabricadas en China, que se venden en todos los mercados del mundo, o el acto histérico que han realizado algunos neuróticos turistas arrojándole objetos.

Mona Lisa, es la novia de muchos poderosos, por eso vive en París, entre vidrios blindados y guardias de seguridad.

bobiglez@gmail.com