/ viernes 7 de junio de 2019

Humanitas: arte y pasión

Todo ser humano es un artista, dijo el artista alemán Joseph Beuys. Estas insignes palabras de Beuys se refieren a la posibilidad que tenemos todos los hombres de transformar el tejido social, como seres libres, capaces de participar en la creación del mundo en que vivimos. La libertad que proclama el arte de la modernidad crítica, es la libertad de no someternos a determinismos políticos, ni a la barbarie de la modernidad logo-céntrica, sino a participar como un cuerpo social que ha superado esa libertad que parecía exclusiva del arte. Por eso se proclama que el arte es libertad. Esta experiencia de libertad no debe de estar confinada a unos cuantos o a una comunidad artística, por ello los artistas tienen la responsabilidad de socializar la libertad.

Joseph Beuys (1921-1986) es un artista excéntrico alemán, identificado con movimientos como el Fluxus y el arte conceptual. Participó en las juventudes del nacional socialismo cuando joven, como él dice en su autobiografía, más por hambre que por conciencia, ahí había comida segura, cama y ropa limpia. En la Alemania de Beuys aún se vivía un clima de pobreza. Más tarde su entrenamiento lo llevó a la Luftwaffe como piloto de aviones de reconocimiento. En el año de 1944 en plena Guerra Mundial su avión fue derribado cerca de Crimea, sobrevivió al accidente gracias a unas tribus Tártaras que lo recogieron y se lo llevaron para someterlo a una serie de curaciones a base de cubrirlo con fieltros, untarle grasa animal, beber miel y fermentos de la leche, etc. Esta experiencia redimió su vida hacia la naturaleza y el arte. Después de la Segunda Guerra se dedicó a estudiar arte en la Kunstakademie de Düsseldorf, Alemania, en donde después fue profesor de escultura de 1961 a 1972. Su experiencia como maestro fue muy aclamada por los estudiantes y sospechosa para los viejos maestros, pues se comportaba más como un chaman, un gurú; les hablaba a los estudiantes de arte, sobre la relación de curar el cuerpo, el alma y el espíritu al mismo tiempo. Creía en la medicina chamánica, arcaica, tribal . Ejercía acciones performaticas que parecían rituales religiosos, curativos y místicos. Beuys eran un hombre excéntrico y crítico de la modernidad salvaje. Tenía un sentido particular de relacionar el arte con el cuidado de la naturaleza y de los animales, es decir, veía a los seres y a las cosas como un todo, no admitía la idea logocéntrica del dominio total de la naturaleza salvaje.

Más tarde su obra se involucró en acciones políticas, siendo él tal vez uno de los inspiradores de los Verdes en Alemania y luego en Europa. Su idea de partido político era la de educar a todas las personas para propiciarles el concepto ampliado del arte, es decir, la experiencia de la libertad. Fundó también junto con Heinrich Böll la Universidad Libre Internacional, una universidad sin sede para todo el mundo. Sabemos que cuando fue maestro a sus clases llegaron asistir cientos de alumnos, y ante la sospecha de los que nunca entienden nada, es decir, los viejos profesores fieles a la institución y enemigos del cambio, lo sometieron a una serie de tramites burocráticos, exigiéndole documentos que sabían no poseía y así lograron echarlo de la universidad.

En 1979 presentó su obra en la Bienal de Sao Pablo, también en este año se postula como candidato del partido Verde al Parlamento europeo. El museo Guggenheim presenta también en ese año una retrospectiva de su obra. Mientras en la Bienal de Venecia Andy Warhol exhibe los retratos que realiza de Joseph Beuys.

En 1982 desde la Documenta de Kassel lanza el proyecto Transformación, que consistía en sembrar 7000 robles, obra que si se concluyó con ayuda de sus seguidores.

Las acciones más conocidas de Beuys son tal vez “Como explicar los cuadros a una liebre muerta” de 1965, acción que consistió en un Beuys que hace que le derramen una cubeta de miel sobre la cabeza y le escurra por el torso, la miel contiene polvo de oro. Él mantiene entre sus brazos a una liebre muerte y le vocifera palabras al oído del animal. Sin duda un acto chamanico, mágico-alquímico, en el que la transmutación de los materiales primogénitos se lleva a cabo. La otra acción se llamó “me gusta América, a América le gusto yo” (1974) que consistió en viajar a New York y bajar del avión sobre una camilla hacia una ambulancia y de ahí desplazarlo a una galería en el centro de la ciudad en donde se encerró junto con un coyote durante cuatro días. Este acto marco la relación del hombre con el animal al cual le teme, es decir, el hombre moderno le teme a su propia animalidad y la aniquila, la combate. Beuys muestra en estas acciones como es posible convivir con la animalidad salvaje y con la propia. A través del arte se liberan los instintos. Para Joseph Beuys la obra de arte debe de ser efímera no eterna. Que sirva para impulsar, como un combustible que de energía al pensamiento crítico y a la libertad.

bobiglez@gmail.com

Todo ser humano es un artista, dijo el artista alemán Joseph Beuys. Estas insignes palabras de Beuys se refieren a la posibilidad que tenemos todos los hombres de transformar el tejido social, como seres libres, capaces de participar en la creación del mundo en que vivimos. La libertad que proclama el arte de la modernidad crítica, es la libertad de no someternos a determinismos políticos, ni a la barbarie de la modernidad logo-céntrica, sino a participar como un cuerpo social que ha superado esa libertad que parecía exclusiva del arte. Por eso se proclama que el arte es libertad. Esta experiencia de libertad no debe de estar confinada a unos cuantos o a una comunidad artística, por ello los artistas tienen la responsabilidad de socializar la libertad.

Joseph Beuys (1921-1986) es un artista excéntrico alemán, identificado con movimientos como el Fluxus y el arte conceptual. Participó en las juventudes del nacional socialismo cuando joven, como él dice en su autobiografía, más por hambre que por conciencia, ahí había comida segura, cama y ropa limpia. En la Alemania de Beuys aún se vivía un clima de pobreza. Más tarde su entrenamiento lo llevó a la Luftwaffe como piloto de aviones de reconocimiento. En el año de 1944 en plena Guerra Mundial su avión fue derribado cerca de Crimea, sobrevivió al accidente gracias a unas tribus Tártaras que lo recogieron y se lo llevaron para someterlo a una serie de curaciones a base de cubrirlo con fieltros, untarle grasa animal, beber miel y fermentos de la leche, etc. Esta experiencia redimió su vida hacia la naturaleza y el arte. Después de la Segunda Guerra se dedicó a estudiar arte en la Kunstakademie de Düsseldorf, Alemania, en donde después fue profesor de escultura de 1961 a 1972. Su experiencia como maestro fue muy aclamada por los estudiantes y sospechosa para los viejos maestros, pues se comportaba más como un chaman, un gurú; les hablaba a los estudiantes de arte, sobre la relación de curar el cuerpo, el alma y el espíritu al mismo tiempo. Creía en la medicina chamánica, arcaica, tribal . Ejercía acciones performaticas que parecían rituales religiosos, curativos y místicos. Beuys eran un hombre excéntrico y crítico de la modernidad salvaje. Tenía un sentido particular de relacionar el arte con el cuidado de la naturaleza y de los animales, es decir, veía a los seres y a las cosas como un todo, no admitía la idea logocéntrica del dominio total de la naturaleza salvaje.

Más tarde su obra se involucró en acciones políticas, siendo él tal vez uno de los inspiradores de los Verdes en Alemania y luego en Europa. Su idea de partido político era la de educar a todas las personas para propiciarles el concepto ampliado del arte, es decir, la experiencia de la libertad. Fundó también junto con Heinrich Böll la Universidad Libre Internacional, una universidad sin sede para todo el mundo. Sabemos que cuando fue maestro a sus clases llegaron asistir cientos de alumnos, y ante la sospecha de los que nunca entienden nada, es decir, los viejos profesores fieles a la institución y enemigos del cambio, lo sometieron a una serie de tramites burocráticos, exigiéndole documentos que sabían no poseía y así lograron echarlo de la universidad.

En 1979 presentó su obra en la Bienal de Sao Pablo, también en este año se postula como candidato del partido Verde al Parlamento europeo. El museo Guggenheim presenta también en ese año una retrospectiva de su obra. Mientras en la Bienal de Venecia Andy Warhol exhibe los retratos que realiza de Joseph Beuys.

En 1982 desde la Documenta de Kassel lanza el proyecto Transformación, que consistía en sembrar 7000 robles, obra que si se concluyó con ayuda de sus seguidores.

Las acciones más conocidas de Beuys son tal vez “Como explicar los cuadros a una liebre muerta” de 1965, acción que consistió en un Beuys que hace que le derramen una cubeta de miel sobre la cabeza y le escurra por el torso, la miel contiene polvo de oro. Él mantiene entre sus brazos a una liebre muerte y le vocifera palabras al oído del animal. Sin duda un acto chamanico, mágico-alquímico, en el que la transmutación de los materiales primogénitos se lleva a cabo. La otra acción se llamó “me gusta América, a América le gusto yo” (1974) que consistió en viajar a New York y bajar del avión sobre una camilla hacia una ambulancia y de ahí desplazarlo a una galería en el centro de la ciudad en donde se encerró junto con un coyote durante cuatro días. Este acto marco la relación del hombre con el animal al cual le teme, es decir, el hombre moderno le teme a su propia animalidad y la aniquila, la combate. Beuys muestra en estas acciones como es posible convivir con la animalidad salvaje y con la propia. A través del arte se liberan los instintos. Para Joseph Beuys la obra de arte debe de ser efímera no eterna. Que sirva para impulsar, como un combustible que de energía al pensamiento crítico y a la libertad.

bobiglez@gmail.com