/ miércoles 24 de febrero de 2021

Sólo para villamelones|Joselito y la temporada española

Joselito Adame no hará temporada en España este año.

El encabezado de la nota, aparecida en las diversas plataformas con información taurina, mueve a la pregunta indispensable: ¿Qué temporada? Porque algo así como una temporada, me parece que no existe, aun cuando el apoderado del hidrocálido en España asegura que ya le tenía apalabrados diez festejos.

Y si el encabezado llama la atención de entrada, más lo hacen los cuerpos de las notas en cuestión, que rinden cuenta de la rueda de prensa donde Joselito, y su apoderado mexicano, el Zotoluco, dan a conocer la decisión.

Ahí, el torero explica que ha renunciado a la temporada ibérica “para colaborar en la reactivación del sector taurino mexicano”, mientras que Eulalio López se solidarizó con la postura de su poderdante, que busca, como primera figura que es, una solución a la grave situación que padece la Tauromaquia.

Se habló también de la disposición del torero a bajar sus honorarios en caso necesario, y se hizo un llamado a los integrantes de la baraja taurina nacional a solidarizarse con esta postura. El Zotoluco, por su parte, aseguró que cuando la reactivación taurina se dé, necesariamente los costos de los boletos de entrada a las corridas tendrán que bajar, dada la situación económica por la que se atravesará.

No sé qué pensarán sobre estas declaraciones todos esos toreros que, viviendo al día o de otras cosas, siguen adelante en su profesión, a pesar de encontrarse siempre con las puertas cerradas; ni aquellos trabajadores del espectáculo, ya sean subalternos o mozos de estoque, por sólo mencionar dos especialidades, que durante meses padecen como nadie los embates de una pandemia que ha dejado al toreo en bancarrota. Todos, los unos y los otros, que no tienen posibilidades de renunciar a una dudosa temporada española, ni de erigirse como punta de lanza de la salvación de la Fiesta.

¿Es realmente la de Joselito una postura digna de llevarse a una rueda de prensa? ¿Representa algo para rescatar, de la dolorosa tragedia que vive, a la Tauromaquia?

Personalmente, y a pesar del respeto que me merecen como profesionales Joselito Adame y Eulalio López, me parece que a la Fiesta de los Toros, además de sus muchos males, le ha caído también, como al perro flaco las pulgas, eso que llaman demagogia.

Joselito Adame no hará temporada en España este año.

El encabezado de la nota, aparecida en las diversas plataformas con información taurina, mueve a la pregunta indispensable: ¿Qué temporada? Porque algo así como una temporada, me parece que no existe, aun cuando el apoderado del hidrocálido en España asegura que ya le tenía apalabrados diez festejos.

Y si el encabezado llama la atención de entrada, más lo hacen los cuerpos de las notas en cuestión, que rinden cuenta de la rueda de prensa donde Joselito, y su apoderado mexicano, el Zotoluco, dan a conocer la decisión.

Ahí, el torero explica que ha renunciado a la temporada ibérica “para colaborar en la reactivación del sector taurino mexicano”, mientras que Eulalio López se solidarizó con la postura de su poderdante, que busca, como primera figura que es, una solución a la grave situación que padece la Tauromaquia.

Se habló también de la disposición del torero a bajar sus honorarios en caso necesario, y se hizo un llamado a los integrantes de la baraja taurina nacional a solidarizarse con esta postura. El Zotoluco, por su parte, aseguró que cuando la reactivación taurina se dé, necesariamente los costos de los boletos de entrada a las corridas tendrán que bajar, dada la situación económica por la que se atravesará.

No sé qué pensarán sobre estas declaraciones todos esos toreros que, viviendo al día o de otras cosas, siguen adelante en su profesión, a pesar de encontrarse siempre con las puertas cerradas; ni aquellos trabajadores del espectáculo, ya sean subalternos o mozos de estoque, por sólo mencionar dos especialidades, que durante meses padecen como nadie los embates de una pandemia que ha dejado al toreo en bancarrota. Todos, los unos y los otros, que no tienen posibilidades de renunciar a una dudosa temporada española, ni de erigirse como punta de lanza de la salvación de la Fiesta.

¿Es realmente la de Joselito una postura digna de llevarse a una rueda de prensa? ¿Representa algo para rescatar, de la dolorosa tragedia que vive, a la Tauromaquia?

Personalmente, y a pesar del respeto que me merecen como profesionales Joselito Adame y Eulalio López, me parece que a la Fiesta de los Toros, además de sus muchos males, le ha caído también, como al perro flaco las pulgas, eso que llaman demagogia.