Sin duda este 2018 ha resultado un año de cambios en el país, sólo el transcurso del tiempo nos permitirá saber con certeza si estos cambios beneficiarán al país y a los mexicanos, o por el contrario traerán un retroceso en nuestras condiciones económicas, sociales, políticas, educativas, culturales y en todos los aspectos que serán impactados por el buen o mal desempeño del gobierno federal y de la aplicación de las políticas públicas que impulsan.
Dichos cambios se deben, en esencia, a la coyuntura política de las elecciones para presidente de la República, cuyos resultados asombraron a algunos, sorprendieron a otros, alegraron a muchos e hicieron enojar a otros tantos. Lo indiscutible es que, con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, se está abriendo un nuevo capítulo en la historia de México.
Más allá de esto, el término de año, y la perspectiva del inicio del siguiente, es un momento apropiado para hacer balances, replantear objetivos, enumerar las largas listas de buenos propósitos, tener nuevos retos y sobre todo valorar lo alcanzado y expresar los mejores deseos a nuestros familiares, amigos y, en general, a todos nuestros compatriotas; así que aprovecho para desear que 2019 sea un mejor año en todos los sentidos, y que cada uno de los que vivimos y queremos a México tengamos 365 días de realizaciones plenas y grandes satisfacciones.
Utilizaré este espacio para comentarles que tomaré un receso en esta tarea y, si es posible, más adelante volveré a compartir mis reflexiones con ustedes, seguramente la realidad mexicana seguirá proporcionándonos muchos temas dignos para el análisis y discusión. Agradezco sinceramente al Diario de Querétaro por haberme abierto generosamente este espacio en el que he podido compartir con ustedes algunas reflexiones y expresar mis ideas libremente sobre temas que consideré de interés para los lectores. Debo decir que escribir esta columna semanal ha sido todo un aprendizaje personal, desde el mantenerme informado para seleccionar la noticia a comentar, hasta culminar con las más o menos 500 palabras de cada artículo.
En lo personal, agradezco a su director, Mario León, el haber confiado en mí para tener el privilegio de formar parte de sus columnistas y por su enorme disposición y compromiso para que semana a semana, mi columna apareciera en las páginas de Diario de Querétaro.
En mi opinión, el oficio de los comunicadores merece todo el respeto y reconocimiento del mundo, es una labor que exige muchos sacrificio y dedicación total para mantenernos informados sobre el acontecer diario. Reitero que ha sido una muy buena experiencia el participar del trabajo colectivo que hace de Diario de Querétaro el periódico más leído, de mayor circulación y de mayor tradición en nuestra ciudad y estado.
Muchas gracias y felices fiestas.
