Se llevó a cabo el segundo debate entre candidatos a la presidencia de la república. Ya con Margarita Zavala fuera de la contienda, la confrontación fue entre López Obrador, El Bronco, Meade y Ricardo Anaya. En esta ocasión los temas establecidos por el Instituto Nacional Electoral se convirtieron en el pretexto ideal para dar rienda suelta a los cuestionamientos, críticas y ataques entre los candidatos.
Me queda una imagen de poco contenido respecto al quehacer en los temas de seguridad fronteriza, el combate al crimen trasnacional y los derechos de los migrantes. Los candidatos tuvieron la oportunidad de mostrarles a los ciudadanos ideas claras y proyectos de nación, es preocupante que predominara el lugar común, las ideas circulares y el exceso de adjetivos empleados para descalificarse entre ellos.
El tema del comercio exterior e inversión, fue posiblemente el tema en el que más propuestas se escucharon. Se habló de diversificación de tratados comerciales, de incrementos salariales sostenidos, de disminución de impuestos, de acabar con los programas asistencialistas, de fortalecer el mercado interno y aprovechar el comercio para cerrar las brechas de desigualdad. Ninguno volteó a ver a América Latina.
Por otro lado, hubo ciertas coincidencias en las críticas a Trump, pero a la hora de plantear propuestas claras y viables, nos encontramos con frases como las de “hay que destetarnos de los EU y voltear hacia otros países”, “la mejor política exterior es la interior”, o “no voy a permitir que se nos falte al respeto jamás”, lejos de generar tranquilidad sobre la política exterior, exhibieron una debilidad en los contenidos que mucho daño puede causarnos ante la agresividad del Presidente de los Estados Unidos.
En lo referente a la seguridad fronteriza y los derechos de los migrantes, se repitieron frases comunes, más emocionales que efectivas y los discursos se orientaron a complacer el sentido solidario de los mexicanos: hay que apoyar a los migrantes porque son los que más sufren, todos se mostraron solidarios con los migrantes, todos señalaron que legislaran en favor de los migrantes, pero sin definir los caminos concretos.
Quedan 38 días para la jornada electoral, los candidatos regresan a las giras para seguir promocionando el voto a su favor. En menos de un mes se realizará el tercer debate. Entre el primero y segundo debate se produjo la salida de Margarita Zavala, y quedó claro que el otro candidato independiente está totalmente fuera de la contienda. Es una cuestión digna de análisis el fracaso de las candidaturas independientes para la presidencia de la república. Ya llegará el momento adecuado para comentarlo.
En mi opinión, viene la etapa más dura de las campañas, ya se observó en este debate que los ataques entre candidatos será el arma principal para posicionarse. Se viene perfilando un escenario intenso de descalificaciones, lo cual no es nada recomendable en un país donde lo que se necesita es la búsqueda de consensos y, principalmente, la construcción de un proyecto de nación que contribuya a la solución de los grandes problemas nacionales. También se prevé la intensificación de la guerra de encuestas, de declaraciones y de denuncias. Mientras tanto, un elevado porcentaje de la ciudadanía sigue a la expectativa y tomará su decisión final hasta el momento en el que se paren frente a la urna.
